Nuestra semana de la salud fue una locura… ¡De las buenas!

Del 18 al 22 de septiembre, transformamos nuestra rutina en una fiesta, convirtiendo la risa, el humor y la alegría en poderosas herramientas para sanar el cuerpo y el alma.

Desde el primer día, gracias al programa #EscuderIncluye, nos propusimos promover la salud como un estado de bienestar físico, mental y emocional. Y vaya si lo conseguimos.

Las fotografías hablan por sí solas: en una, capturada justo después de la clase de Aquagym, puedes ver nuestras sonrisas empapadas y cómo algunos de nosotros nadamos y nos movemos con la gracia, mientras otros… bueno, ¡preferimos mantener el misterio! 😉

En el taller de cosmética, nos convertimos en alquimistas por un día preparando un tónico, un contorno de ojos y un champú alicaída.
Entre risas y mezclas de ingredientes naturales de nuestro propio almacén, descubrimos el arte de crear nuestra propia cosmética sostenible.

«Nunca pensé que la cúrcuma y la canela podrían usarse como dentífrico», comentaba entre risas Claudia, del departamento financiero, mientras ayudaba a mezclar los ingredientes.

Y sí, incluso nos aventuramos a hacer nuestro propio desodorante y dentífrico.
En las fotos se refleja el asombro y la satisfacción de cada uno al descubrir que, efectivamente, ¡podemos crear nuestras propias soluciones de higiene fuera del laboratorio!

Aunque no todo fue relax y risas. Tras la clase de fullbody, algunos aún recuerdan las agujetas del día siguiente.
Pero valió la pena, como se ve en esas caras de esfuerzo y determinación.

Los 30 minutos de reflexología podal nos llevaron literalmente a las nubes.
Y, por supuesto, nuestros masajes, el secreto de nuestra energía. Un ritual que nos recarga, dejando atrás el estrés y las carpetas para entregarnos al poder sanador de las manos de nuestra fisioterapeuta, un servicio del que disfrutamos dos veces al mes.

En Escuder, somos más que un equipo: somos una familia que sabe cómo trabajar, disfrutar y cuidarse juntos.

Esperamos que hayáis disfrutado de estas fotos tanto como nosotros disfrutamos estando frente a la cámara. Son un reflejo de nuestra esencia, de nuestra unión y de nuestro compromiso no solo con el trabajo, sino también con el bienestar.

¡Gracias por leernos!