Nuestra historia

Calle Entença - Barcelona

José Escuder Muntadas, fue un hombre visionario, con brillo en los ojos y seguro de sí mismo para empezar un pequeño negocio que llega hasta hoy. Era el año 1896 cuando José abrió su propia droguería en la calle Entença de Barcelona. Fue un movimiento inteligente, ya que José tenía un don natural para los negocios.

Trabajó durante un tiempo, hasta que ofreció a sus clientes lo que conocemos hoy como el servicio de reenvasado en sus ingredientes.

El primer envase

José distribuía en envases pequeños de cartón los ingredientes necesarios para la elaboración de fórmulas magistrales en farmacias, productos para droguerías y pequeños fabricantes. Pronto llegó la necesidad de un local más grande cerca del paseo de Gracia.

En 1936, Barcelona no era el lugar más amigable y José lo sabía, así que trasladó su negocio a San Sebastián llevándose a uno de sus trabajadores, Óscar Vidal. No había tiempo para lamentarse. Había una vida que construir.

La postguerra

José y Óscar en 1940, enamorados de Barcelona, regresaron con sus familias, con la determinación que necesitaban para seguir avanzando. Ese año, la actividad se trasladó a la calle Provenza 278. La vida se movía muy rápido en aquel entonces y contábamos con una gran notoriedad dentro del sector. Nuestros envases de cartón naranja con etiqueta verde, no pasaban desapercibidos.

Finales de siglo

En 1960 el negocio pasó a manos de los hijos de José, que, tras la muerte de su padre, decidieron venderlo a Óscar Vidal e Isabel Jorquera (abuelos del actual director general, Sam Jul). Fue un movimiento estratégico, ya que Óscar tenía el talento para dirigir el negocio que lo había visto crecer junto a su yerno Albert Jul, que tomó su relevo en 1980.

El nuevo milenio

Con la llegada de las olimpiadas del 92 a Barcelona, las empresas y almacenes que tenían actividad en el centro de la ciudad debían trasladarse a la periferia. Nosotros lo hicimos, primero a Terrassa y entrados los 2000 a Rubí, donde nos encontramos actualmente. Cualquiera podría pensar “Todo un siglo haciendo lo mismo”, sin embargo, mirando atrás, hemos vivido un continuo ejercicio de adaptación, que podría ser el resumen de nuestra historia: Nos adaptamos a los cambios de los tiempos para seguir actuando con visión, siendo los mismos.

La transformación
¡Estamos preparados para el futuro!

1896